Autor: José Rafael Vilar
La primera década del siglo xxi en Latinoamérica fue, con mucho, la del regreso de las consignas de la izquierda, desde la más trasnochada –aún en Mao y Stalin– hasta la más occidentalizada.
Con Hugo Chávez Frías en Venezuela, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina, se formó un bloque antiimperialista con mucho poder económico y mediático que cambió radicalmente el panorama de la Región desde el neoliberalismo dominante de mediados de los años 80 y los 90 del siglo anterior. Acompañados por otros gobernantes que alcanzaron o mantuvieron el poder en el período[1], la tríada principal (Chávez Frías, Lula da Silva y Kirchner) tenían intereses distintos y, en consecuencia, actuaciones que no eran similares por lo que el bloque nunca fue totalmente articulado entre ellos, sobre todo por la búsqueda del protagonismo regional entre Chávez y Lula da Silva.[2]
Frente a ellos, con un discurso y accionar desde posiciones de centro y de derecha, en gran parte de ese período sólo tuvieron a Álvaro Uribe Vélez en Colombia y en México Vicente Fox Quesada, primero, y después Felipe Calderón Hinojosa, con Alan García Pérez de Perú en una cuasi alianza circunstancial.
Este panorama empieza a modificarse en 2010 cuando Sebastián Piñera Echenique sustituye a Bachelet Jeria en la Presidencia de Chile y se refuerza con la elección, ese mismo año, de Juan Manuel Santos Calderón para presidir Colombia, quien seguirá (aunque con más apertura hacia el vecino Venezuela) la política de su antecesor Uribe Vélez. Se pudiera considerar también antecedente de este cambio la elección democrática a fines de 2009 de Porfirio Lobo Sosa a la Presidencia de Honduras, después del golpe cívico-militar que derrocó a Zelaya Rosales en junio de ese mismo año.
2011, un año inquieto y cambiante para el Perú
Perú inicia el calendario de elecciones generales en la Región para 2010. Para sus terceras elecciones generales después de la caída de Alberto Fujimori Fujimori en noviembre de 2000 –tras el corto gobierno interino constitucional de Valentín Paniagua Corazao, en 2001 había ganado Alejandro Toledo Manrique, derrotando a García Pérez, quien después las ganaría en 2006 frente a Ollanta Moisés Humala Tasso–, Perú “estrenaba” un amplio panorama de opciones electorales, cuyos principales líderes eran Humala Tasso (izquierda nacionalista chavista), Keiko Fujimori Higuchi (neopopulista de derecha), Pedro Pablo Kuczynski Godard (centro derecha liberal), Toledo Manrique (centro) y Luis Castañeda Lossio (centro-centro derecha), seguidos de otras 7 candidaturas.
Al margen de las cambiantes encuestas, lo más destacado del panorama era la presencia de los candidatos Fujimori Higuchi –hija del expresidente, preso– y Humala Tasso. La dispersión del voto entre 4 candidaturas con distintas posibilidades y 7 sin ninguna pero con capacidad de restar votos a las principales, unido a los discursos de los candidatos –estatista y bolivariano al inicio (chavista como lo fue en 2006), el de Humala Tasso, y muy vinculado el de Fujimori Higuchi con el de su padre– conllevó que los electores no pudieran definir un Presidente electo en la primera vuelta del 10 de abril y los más votados –Humala Tasso y Fujimori Higuchi– pasaran a una segunda vuelta el 05 de junio.
En este momento, las posiciones de los electores en Perú se volvieron totalmente antagónicas, entre los que apoyaban a cada candidato finalista. Para captar votos de centro –los que beneficiaron a Toledo Manrique– y tranquilizar a los mercados e inversores, Humala Tasso cambió su programa en cuatro ocasiones y su discurso pasó de nacionalista y bolivariano a ser de centro con tendencia hacia la izquierda; mientras, Fujimori Higuchi modificó su discurso para captar los electores que habían favorecido a Kuczynski Godard (ganador en Lima, el principal núcleo electoral, durante la primera vuelta) y Castañeda Lossio. Con ello, Perú se polarizó a niveles no vistos desde el final de Fujimori Fujimori.
Los resultados de la segunda vuelta los definieron los desfavorecidos del boom económico reciente en el Perú y fueron favorables a Humala Tasso con 51,45% de los votos válidos y empezó a gobernar con Toledo Manrique de aliado entonces. En ese momento, se empieza a dar un fenómeno político inesperado pero expectado: Humala Tasso empieza a gobernar manteniendo –e, incluso, profundizando– las políticas de apertura de mercado y captación de inversiones de sus antecesores y se aparta, yo diría radicalmente, de sus primeros programas electorales.
Humala Tasso, el pragmático, en pocos meses mutó de izquierda bolivariana nacionalista a centro liberal, bastante cerca de Kuczynski Godard y también de Castañeda Lossio, y nada prediuce, hasta el momento, que rtetorne a sus orígenes.
Victoria cantada en Argentina
Aunque la primera vuelta de las elecciones en Guatemala fue anterior a los comicios argentinos, la contundente victoria de Cristina Fernández Wilhem de Kirchner con 53,9% hizo innecesaria una segunda vuelta frente a ninguno de sus 6 contendores.
¿Quién ganó las elecciones? No me queda duda de que ganaron, juntos, Fernández de Kirchner y su difunto esposo Néstor, pero tampoco dudo que ella –la CFK de las consignas– será la que realmente gobernará[3] pragmáticamente como lo está demostrando en los últimos días –en el estilo de Dilma Rousseff–, en un acercamiento al empresariado y respectivo distanciamiento de los poderosos sindicatos peronistas encabezados por Hugo Moyano, pero sin ella perder apoyo popular gracias a su política social apoyada en los buenos resultados macroeconómicos desde la gestión de su esposo.
Guatemala, militar en democracia
Tras una primera vuelta el 11 de septiembre, en la que ninguno de los 10 candidatos participantes[4] obtuvo la mayoría necesaria, por lo que los dos candidatos más votados –Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón Méndez, ambos de derecha– tuvieron que enfrentarse en segunda vuelta el 06 de noviembre, ganando el ex general Pérez Molina con 53,74% de los votos.
Las elecciones guatemaltecas tienen la importancia que continúan el reacomodo del panorama político centroamericano, queda constituido por un gobierno de izquierda chavista y populista (Nicaragua, reelegido hasta 2015), centro izquierda (El Salvador, hasta 2014), centro derecha (Costa Rica y Honduras, ambos hasta 2014) y derecha (Guatemala, hasta 2015, y Panamá, hasta 2014).
Para el anecdotario, del período precomicial quedó el intento de la esposa del presidente Colom Caballeros, Sandra Torres Casanova, de ser candidata presidencial, del que se divorció este mismo año para burlar el precepto constitucional guatemalteco que prohíbe postular a los familiares directos del presidente en ejercicio. Desafortunadamente para ella, el Tribunal Constitucional no aceptó sus argumentos y Torres Casanova se quedó sin marido y poder.
Nicaragua, el prorroguismo del sandinismo
Previo a la convocatoria de elecciones en Nicaragua para el 6 de noviembre, el Tribunal Constitucional habilitó al presidente constitucional en ejercicio, Daniel Ortega Saavedra, a postularse en un polémico fallo que lo liberó del impedimento constitucional de ser reelegido.
Ortega Saavedra –muy vinculado a Chávez Frías y los hermanos Castro– ganó los comicios con una amplia mayoría de 62,46% de los votos válidos –con indiscutible apoyo popular por los subsidios masivos gracias a la ayuda venezolana–, a mucha distancia de su siguiente contrincante, Fabio Gadea Mantilla (31%), y muchísima más del resto que, en conjunto, sólo obtuvieron 6,54%.
Elecciones bastante controvertidas –problemas en documentación electoral y en mesas, la exclusión de algunos reconocidos observadores internacionales (como el Centro Carter), denuncias de «irregularidades en el proceso e intimidación de votantes» por los observadores de la Unión Europea y la OEA y los abrumadores resultados para Ortega Saavedra–, también tuvieron un componente importante: la oposición fue totalmente dividida, con 4 partidos con la sigla del Liberalismo y un cuarto (APRE) que incorporó a disidentes del liberalismo a la herencia del Partido Conservador.
España, vuelve el Popular
Aunque España no está de este lado del Atlántico, su presencia (económica, política y sentimental) es muy importante. El 20 de noviembre, el Partido Popular ganó las elecciones generales con 44,63% de los votos válidos, aumentando en más de 20% sus escaños en Diputados y alcanzando una cómoda mayoría absoluta, lo que llevó a que Mariano Rajoy Brey fuera el nuevo Presidente del Gobierno.
La caída estrepitosa del Partido Socialista en estas elecciones[5] y su salida del Gobierno, significó el paso de un gobierno socialdemócrata a uno decididamente conservador, lo que se reflejará en Latinoamérica, mucho más pronto de lo que se podría pensar, por el gran impacto sobre la emigración desde la Región a España –y ahora su consecuente retorno, en medio de la crisis europea– y por la cancelación de buena parte de la cooperación española.
2012, al ritmo de merengue
La República Dominicana será el primer país de la Región que tendrá comicios presidenciales en 2012: el 20 de mayo, en las que actual presidente Leonel Fernández Reyna no optará por otra reelección y apoyará al candidato de su partido del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina Sánchez, quien lleva de compañera de fórmula a la esposa de Fernández Reyna, Margarita Cedeño Lizardo de Fernández.
Aunque competirán varios candidatos más, los que tienen más opciones según las encuestas son Medina Sánchez y Hipólito Mejía Domínguez, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y ex Presidente. Según una encuesta reciente[6], si las elecciones fueran ahora, Mejía Domínguez obtendría 47% de las intenciones de voto y Medina Sánchez 39%, pero faltan 5 meses aún de campaña y tampoco el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) –la otra fuerza política importante del país y aliado de Fernández Reyna– ha anunciado su candidato presidencial.
De todas formas, cualquiera que sea el próximo presidente, no variará su posición del centro político actual (PLD), quizás algo más a la izquierda (PRD) o a la derecha (PRSC).
México o la difícil tarea de remontar espacios
El primero de julio, los electores mexicanos decidirán entre las candidaturas de 3 Partidos: la del de Gobierno, Acción Nacional (PAN), aún indecisa hasta las primarias internas del 5 de febrero[7]; la del Revolucionario Institucional (PRI) que, en unión con el Verde Ecologista de México –aliado del PAN en 2006– y el Nueva Alianza, llevará de candidato a Enrique Peña Nieto, y la del De la Revolución Democrática (PRD) junto con el Del Trabajo y Movimiento Ciudadano / Convergencia (MC/C), con Andrés Manuel López Obrador de candidato, quien fue perdedor en las elecciones de 2006.
En varias elecciones estatales en 2010 se había dado un fenómeno interesante: las direcciones locales del PRD y el PAN se aliaron para enfrentar al PRI, con resultados favorables o, al menos, interesante. En este momento, el Presidente Calderón Hinojosa creó expectativas –favorables fuera de su Partido pero no bien recibidas dentro– de que el PAN llevara un candidato “prestado” (no militante) para 2012, lo que podía ser una posibilidad de esta alianza circunstancial y abría las puertas a Marcelo Ebrard Casaubón, Jefe de Gobierno del Distrito Federal y en ese momento precandidato presidencial por el PRD. Sin embargo, la oposición de López Obrador a cualquier alianza con el PAN frustró esta posibilidad, además que conllevó malos resultados para el PRD en solitario en elecciones estatales; asimismo, el manejo de la maquinaria política del PRD por López Obrador conllevó a que él fuera elegido candidato presidencial –ya fue derrotado por Calderón Hinojosa en 2006–, imposibilitando las expectativas de Ebrard Casaubón.
A la fecha, el PRI gobierna en 19 estados, el PAN en 8, el PRD en 4 y MC/C en uno. La última encuesta, publicada el 22 de noviembre pasado, le daba al PRI 38% de las intenciones de voto, al PAN 25% (a pesar de no tener aún candidato) y al PRD 12%; los indecisos eran 21% y otras opciones 4%.
Ya las elecciones de 2006 demostraron que nada estaba definido hasta los comicios, cuando ganó el tercero en las encuestas (PAN). Lo único cierto es que, de seguir así las tendencias, el PRD va a tener muy malos resultados y eso llevará a la muerte política del neopopulista López Obrador.
En resumen: Casi al igual que en República Dominicana, cualquiera que sea el (o la) elegido en julio, no habrá cambios sustanciales en el panorama político mexicano, pues contienden un partido de centro derecha (PAN) con uno de centro (PRI) y otro de centro izquierda (PRD).
Venezuela: o todo o nada
El 7 de octubre se va a realizar la más importante de las elecciones de la Región: por la Presidencia –y el Poder– en la República Bolivariana de Venezuela.
Por primera vez desde el 2 de febrero de 1999 –inicio del primer mandato del presidente Chávez Frías–, en 2012 se darán dos fenómenos, ambos políticos y electorales: la selección de un candidato presidencial por elecciones primarias, previas campañas internas, y la posibilidad de que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Chávez Frías pierda las elecciones y frustre su aspiración de ser mantenerse en el Poder hasta el 2030, cuando cumpliría 76 años de edad.
Estos comicios –adelantados en 2 meses–, sin duda los más importantes de las últimas décadas en Venezuela después del retorno a la democracia a la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez –sin que esta aseveración signifique comparación tácita entre ambos gobernantes–, enfrentarían la opción de un cuarto período presidencial constitucional consecutivo para Chávez Frías (promovido como candidato del Gran Polo Patriótico, que agrupa a los partidos SUV, Comunista de Venezuela y Unidad Popular Venezolana), y la posibilidad de que gane un candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, también denominada Unidad Democrática, que agrupa a 30 partidos y organizaciones opositoras).
La oposición concertada en la MUD –que surge en 2008 y se consolida en 2009– ya ha tenido experiencias positivas, tanto en las elecciones regionales de 2008 y las parlamentarias de 2010, donde obtuvieron 50,37% de los votos aunque, por el sistema electoral de distribución de escaños no pudieron obtener la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional. (Se debe recordar que ésta fue la segunda derrota electoral del Gobierno de Chávez Frías después que el No ganara en el referéndum constitucional de 2007.)
Los precandidatos de oposición que se presentaran en las primarias del 12 de febrero son: Henrique Capriles Radonski, Gobernador del Estado Miranda; María Corina Machado Parisca, diputada; Diego Arria Salicetti; Leopoldo López Mendoza; Pablo Medina; Pablo Pérez Álvarez, Gobernador del Estado Zulia.
Como conclusión, tres factores incidirán decisivamente en las elecciones de 2012: la enfermedad del presidente Chávez Frías y el estado de la economía y la seguridad ciudadana. El primero será positivo para la candidatura oficial al despertar el sentimiento solidario de la población, pero también significa un riesgo indefinible en caso de empeoramiento de su estado de salud. El segundo es el estado de la economía venezolana: alta inflación (25,4% a noviembre), bajo crecimiento (según datos del Instituto Nacional de Estadística, se espera cerrar 2011 con 5% gracias al alza de los precios del petróleo pero en 2010 se contrajo 1,7%) y la amenaza de repercusión en las exportaciones de petróleo –su principal rubro por la crisis económica en Europa–, argumentos que seguro utilizará la oposición; a favor del Gobierno están sus amplios programas sociales –aunque no crean empleo útil–, el crecimiento de la planilla estatal y, por supuesto, los recursos de las exportaciones. La alta inseguridad ciudadana será siempre una asignatura pendiente para el Gobierno y, por ende, un factor en contra.
Sin embargo, todo este panorama de positivos y negativos cambia radicalmente si Chávez Frías estuviera imposibilitado de participar en las elecciones, faltando un liderazgo sucesorio dentro del PSUV y las fuerzas armadas –potenciadas durante por la actual administración– convirtiéndose en árbitro de estabilidad.
La última elección de 2012: Quisqueya
Las últimas elecciones generales del 2012 serán el 6 de noviembre en Puerto Rico, coincidiendo con las de EE.UU. Las mismas no tendrán una repercusión fundamental en el panorama político de la Región, que sí se verá influenciado por los resultados de los EE.UU.
Éste es el panorama hasta fines de 2012. El péndulo se mueve del bolivianismo al centro –y un poco a la centro derecha. ¿Será definitivo este pronóstico? El tiempo dirá.
Por lo pronto, ¡muchas felicidades!
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[1] Rafael Correa Delgado en Ecuador, Daniel Ortega Saavedra en Nicaragua, los hermanos Castro Ruz (Fidel y Raúl) en Cuba, Evo Morales Ayma en Bolivia, todos el núcleo “duro” al que, en distintos acercamientos y con distintas intensidades, apoyaron Fernando Lugo Méndez en Paraguay, José Mujica Cordano en Uruguay, Manuel Zelaya Rosales en Honduras, Álvaro Colom Caballeros en Guatemala, Mauricio Funes Cartagena en El Salvador y Michelle Bachelet Jeria en Chile, aunque éstos dos últimos más en lo conceptual que en lo programático.
[2] Puede ampliarse en mi artículo http://e-lecciones.net/opinion/?numero=873&p=d&show=1.
[3] Recién este 27 se dio la noticia que Fernández de Kirchner tomaría una licencia de un mes para operarse de un cáncer localizado, lo cual (de ser certero el diagnóstico difundido) no le impedirá continuar ejerciendo el poder tras este corto intermedio.
[4] Entre ellos Rigoberta Menchú Tum, Premios Nobel de la Paz y Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, que sólo alcanzó 3,22% de los sufragios válidos.
[5] 38% menos de votos, además de perder 59 diputados.
[6] Penn, Schoen & Berland/Grupo SIN/Antena Latina.
[7] Las primarias del PAN tienen como precandidatos a Ernesto Cordero Arroyo, Santiago Creel Miranda y Josefina Vázquez Mota, que es la que tiene mejores posibilidades de ellos para las primarias y las generales.