Inmigración y Políticas de Inclusión Social en las Ciudades.

Autores: Josep Mª Pascual Esteve y Josep Mª Llop Torné
En el marco de urbanización mundial los flujos permanentes de población a las ciudades y entre ciudades, plantean importantes retos sociales, económicos, urbanísticos y territoriales a las ciudades receptoras. En particular, desafíos vinculados a la inclusión social y cohesión territorial. Abordar el tema de la inmigración con eficacia, para generar desarrollo humano y urbano, requiere una política concreta. Hacer de la ciudad receptora una ciudad cada vez más inclusiva. La finalidad de éste artículo es analizar las características de las políticas de inclusión social, transversales a todas las políticas públicas, con capacidad de involucrar al máximo de actores y de lograr un importante soporte y compromiso ciudadano. Los autores sabemos que cada ciudad es un mundo. Dejamos pues abiertas esas pautas a la concreción diferencial en cada una de esas ciudades. Siempre diversas. Especialmente en niveles intermedios de urbanización. Donde la diversidad local es un gran patrimonio de la humanidad. En definitiva la concreción solo puede ser local.
1. LA INCLUSIÓN SOCIAL ES MULTIDIMENSIONAL Y CON MÚLTIPLES ACTORES.
La complejidad de factores, que inciden en la inclusión social en una ciudad o metrópoli, conlleva que la intervención requiera, por un lado, una actuación transversal y por otro la articulación de actores públicos y privados a diferentes niveles territoriales.
1.1 Las dimensiones de la política de inclusión social.
Las políticas de inclusión social tienen dos grandes dimensiones fundamentales de actuación y desarrollo de proyectos:
1- Las dirigidas al medio urbano, es decir a modificar las condiciones físicas y sociales que inciden en las desigualdades entre las personas.
2- Las orientadas al sistema de percepción-reacción de la ciudadanía (SPRC) para reducir las reacciones sociales estigmatizadores, y con ello los procesos de segregación y exclusión social. Para mostrar la gran variedad de componentes de un modo inteligible y sintético hemos ideado el siguiente esquema interpretativo :
Es decir, la situación social de la ciudad y del medio urbano, no sólo depende de sus características objetivas, medidas por indicadores, sino de cómo, el medio urbano, y la situación de vulnerabilidad social de las personas, es percibido y representado por la ciudadanía, a través de sus sistemas de valores y creencias. La percepción condicionará las actitudes y comportamientos de la ciudadanía, y éstas la configuración de las políticas públicas y de la ciudad en general, dado que la ciudad es una construcción colectiva.
Que en una política de inclusión social dependa más de una dimensión que de otra, estará en función tanto de la configuración social y cultural de la ciudad en concreto, así como de la situación de vulnerabilidad que genere el medio urbano.
Una población poco comprometida en el hacer ciudad, acostumbra a favorecer las actitudes de rechazo hacía la diferencia. Por el contrario, una ciudadanía activa y comprometida cívicamente que se siente responsable e importante en el hacer ciudad, demandará una política comunitaria y multidimensional, basada no sólo en la protección de un espacio público para que sea un espacio de encuentro y convivencia, sino también en la promoción social de los infractores, y de prevención para lograr canalizar positivamente la conflictividad social explícita y latente que está en el origen de las situaciones de violencia. Es decir, una ciudadanía socialmente activa reclama una ciudad socialmente inclusiva, es decir construida de manera compartida entre los distintos actores y los distintos sectores de la ciudadanía (J. Prats, 2010) .
El sistema de valores y creencias presentes en una sociedad es de extraordinaria importancia para que las situaciones sociales puedan canalizarse hacía la inclusión social o bien generar rechazo social. Por ello es básico que una política de inclusión social se base en la potenciación de los valores de conocimiento objetivo, tolerancia, convivencia, y solidariedad para percibir los fenómenos de inmigración social y en general de vulnerabilidad/desvinculación social.
1.2 Los ámbitos y finalidades de la política para una ciudad socialmente inclusiva.
La política urbana socialmente inclusiva se centrará en 5 grandes ámbitos. El primero hace referencia a la inclusión social en su sentido más amplio y los restantes a la lucha ante las situaciones específicas de acción inclusiva y de prevención social:
Ámbito 1. General de la estructural urbana:
El marco estratégico y referencial para todas las políticas urbanas y de inclusión social. Contiene los principios de actuación, de todas las políticas y para todas las personas. Con criterios de actuación positiva a favor de las personas y barrios más desfavorecidos para reducir vulnerabilidad. Mediante medidas de accesibilidad universal, nuevas centralidades en barrios periféricos, espacios públicos de encuentro y convivencia, nuevas actividades productivas y de ocupación, equipamientos sociales, culturales y educativos, etc. Destinadas a:

  • Construir un entorno urbano de calidad para todas las personas.
  • Generar nuevas oportunidades de empleo y promoción educativa y cultural.
  • Fortalecer una cultura de convivencia y confianza entre la ciudadanía.
  • Socializar las políticas preventivas en el ámbito urbano y regional.

El ámbito general o estructural es esencial en la lucha contra situaciones de exclusión en sentido estricto. Si la ciudad avanza hacía un modelo de segregación de espacios y vecinos, las inversiones sociales y en protección sólo servirán para justificar una urbanización insostenible en lo social y lo medioambiental. La opción por un modelo de ciudad integradora y sostenible es esencial para el desarrollo de una actuación inclusiva ante la inmigración.
Ámbito 2. De las acciones inclusivas.
Programas que contienen medidas dirigidas a personas en situaciones de especial vulnerabilidad social, o que se encuentran en situación social marginal. En general se trata de medidas específicas de los servicios sociales, de educación, empleo, sanidad, deportes y cultura que constituyen una importante prevención desde el punto de vista de la inclusión social.
Ámbito 3. De reducción de la reacción social.
Programas que tienen por finalidad el reducir el rechazo social hacia las personas desvinculadas socialmente e infractoras. Especialmente a que el rechazo al infractor no se generalice generando estigmas sociales y territoriales, que canalizan hacia la segregación mutua y la violencia la conflictividad social. Son políticas centradas en valores, en la comunicación social y en la canalización positiva y refuerzo relacional de los conflictos.
Ámbito 4. De activación de la ciudadanía y compromiso cívico.
Programas dirigidos a responsabilizar y comprometer cívicamente a la ciudadanía en el hacer ciudad y en la lucha por la prevención de la violencia y frente a la vulnerabilidad. Están muy relacionadas con el ámbito 3. Se refieren a los programas de acción comunitaria, al fomento y organización del voluntariado social, a la responsabilidad y compromiso cívico activo de la ciudadanía, en relación al prójimo y a su ciudad y barrio. Especialmente importantes en la introducción de valores y transmisión de conocimientos en todos los proyectos y acciones que realice el gobierno local en materia de cohesión social y territorial.
Ámbito 5. De prevención y de disuasión.
Se trata de dificultar la comisión de delitos. Este ámbito incorpora medidas de diseño urbano, iluminación y vigilancia de espacios públicos, despliegue policial, policías de barrio, etc. No se trata de controlar policialmente el espacio urbano, ni de segregar los espacios públicos, sino de garantizar su uso mas extenso e intenso por parte de toda la población, y esto significa que no exista una apropiación privada del espacio ni por parte de los grupos violentos, ni de los que aíslan y privatizan la ciudad con sus urbanizaciones cerradas. Se trata de dar seguridades, para garantizar la apropiación de la ciudad por parte de todas las personas que en ella viven o trabajan.
2. LA CIUDAD INCLUSIVA REQUIERE GOBERNANZA Y TRANSVERSALIDAD.
Abordar la complejidad de la política de inclusión social requiere un enfoque de gobierno basado en la gobernanza democrática, y muy en especial mediante la articulación integral de las diferentes políticas públicas y proyectos. Así como la articulación de la cooperación pública y privada y el fortalecimiento del compromiso cívico y activo de la ciudadanía.
De manera muy especial requiere:

  • Transversalidad o integralidad de las políticas públicas para dar coherencia a la acción del gobierno.
  • Mejora de la capacidad de organización y acción de la ciudad para articular los programas y acciones inclusivas del gobierno con el conjunto de actores de la sociedad civil y promover el compromiso cívico de la ciudadanía.

Nos fijaremos en la transversalidad o integralidad de las políticas públicas entorno a objetivos de inclusión social. Para dar respuesta a la complejidad de las necesidades contemporáneas, y en especial, de inclusión social, significa, como hemos señalado, una clara opción metodológica por la integralidad de las actuaciones, conscientes que la respuesta a los retos de inclusión social cada vez más requieren de unas acciones concertadas multinivel (entre los diferentes niveles de la administración pública) horizontales (entre la administración pública y las iniciativas sociales y empresariales) transversales o integrales (que abarquen diferentes dimensiones de las políticas territoriales.
Pero hay otra dimensión mucho más importante que son los objetivos que denominaremos de impacto en las capacidades de la ciudadanía para el desarrollo o potencial humano. Es decir, los objetivos que buscan la mejora de los niveles de seguridad, salud, equidad de oportunidades sociales, de educación, y que se miden por indicadores denominados de resultado (esperanza de vida, población con éxito o fracaso escolar, % de población pobre sobre total población, índice de victimización, etc.).
Existe un malentendido muy frecuente en las políticas públicas en general, y es considerar los objetivos de impacto en las capacidades de desarrollo humano de la ciudadanía ligados a un sistema de prestaciones concretas.
Ésta concepción, unida al modo habitual de gobernar, centrado en la prestación de servicios financiados con fondos públicos, hace que la principal base organizativa de los gobiernos territoriales sean los sistemas de prestaciones y servicios. En esta organización, la provisión de estos servicios y su gestión directa o indirecta, es la base del poder político en la administración. La organización estructurada por sistemas de servicios y prestaciones conlleva:

  • La fragmentación en la actuación del gobierno, puesto que se diluyen los objetivos de impacto ciudadano, y también es proclive al conflicto de competencias entre departamentos, que siempre suma cero, para adquirir mayores recursos escasos en competencia con otros departamentos, y para hacerse con la competencia en las actuaciones dirigidas especialmente a determinados segmentos de población (mujeres, infancia, gente mayor, población drogodependiente…).
  • A su vez ésta organización debilita la cooperación pública con las iniciativas privadas y ciudadanas al considerar como principal prioridad política la gestión de unos recursos públicos, y no la coordinación de actuaciones para alcanzar un mayor impacto ciudadano.

En el gráfico 1 sintetizamos este poderoso y obsoleto enfoque o visión que hace que los planteamientos de actuaciones integrales o simplemente transversales sean una quimera, es decir no realizables.
Para superar este enfoque la gestión relacional opta por un planteamiento a la vez sencillo y evidente (ver gráfico 2). Se considera que los objetivos principales de la política pública son los de impacto en las capacidades de desarrollo humano de la ciudadanía. Estos objetivos serán compartidos entre diferentes sistemas de servicios. Por ello la política pública se basará en el desarrollo de proyectos cuyos objetivos son de impacto ciudadano y para alcanzarlos articulará diferentes despliegues de prestaciones y servicios coordinados a tal fin.
El objetivo de impacto ciudadano es aumentar las probabilidades de que una persona o territorio, no se desvincule de ámbitos básicos (ocupación, salud, educación, relaciones familiares y sociales, vivienda, nivel de renta) o que pueda vincularse de nuevo. Es un objetivo compartido entre empleo, enseñanza, servicios sociales, transporte, urbanismo, deporte, servicios culturales, etc., es decir, con todas aquellas prestaciones que tengan que ver con la reducción de vulnerabilidad, la acción ciudadana y el compromiso cívico. Requerirá indicadores de despliegue de servicios y/o de actividad.
3. ÁREAS Y POLÍTICAS URBANAS PARA HACER UN MUNICIPO MÁS INCLUSIVO.
Exponemos aquí las principales aportaciones que las distintas áreas o departamentos pueden realizar para articular un plan de inclusión que favorecerá la integración de las persona inmigrantes:
3.1.- Un urbanismo socialmente integrador:
En el ámbito de las políticas de inclusión social, a menudo y de manera errónea se ha diferenciado entre la política de las “piedras” (urbanismo y obra pública) y la política hacia las personas (bienestar social, educación y cultura). Las personas viven y se interconectan a través del medio urbano. De forma que la calidad de vida de las personas dependerá de su calidad, así de cómo se desarrollen en él los procesos de inclusión / exclusión. El urbanismo es básico en las políticas de inclusión social. Un urbanismo de cohesión tendrá las siguientes características:

  • Reducirá los desequilibrios sociales y territoriales entre los barrios o entre los municipios de la aglomeración o territorio: Dispondrá de un mínimo de equipamientos educativos, sociales y culturales para que todos loa barrios o municipios pequeños tengan consideración de barrios-ciudad o municipios-ciudad.
  • Apostará claramente por el policentrismo y la creación de nuevas centralidades en los grandes municipios y a nivel de configuración metropolitana entre ciudad central y municipios metropolitanos. Romperá el esquema centro-periferia.
  • Actuará mediante un modelo de ciudad compacta (densidad razonable en todo el espacio urbano y urbanizable) con diversidad de funciones en toda el área urbana.
  • Revitalizará los centros históricos de los municipios para generar identificación con la ciudad mejorar la calidad de vida de les personas que viven.
  • Pondrá en valor los espacios naturales y libres del municipio para mejorar la calidad de vida en el municipio y como elemento singular y de atracción.
  • Fortalecerá la comunicación entre los barrios y los centros de manera que no existan barrios segregados.
  • Dispondrá de un sistema de infraestructuras y servicios urbanos básicos de calidad, accesibles para todo el mundo.
  • Dispondrá de un sistema integrado de transporte público que permita una movilidad fácil, sostenible y guiada por criterios de equidad y cohesión territorial.
  • La ciudad o municipio se articulará mediante una red de espacios públicos y naturales, por su incidencia en la cohesión social de la ciudad.
  • Combatirá la infravivienda. Asegurará una amplia oferta de viviendas asequibles con una proporción significativa de vivienda social.

3.2.- Un espacio público cohesionado e inclusivo
Un espacio público, diseñado a partir de una clara definición de objetivos sociales a conseguir para la ciudadanía puede tener los siguientes impactos sociales positivos:

  • Dar centralidad y, en consecuencia, iniciar la recuperación de periferias, siempre que se recuperen espacios marginales, segregados e inaccesibles en lugares accesibles, de encuentro, donde puedan emerger actividades económicas, ya sean comerciales o oficinas. Tiene como consecuencia incrementar el precio del suelo de los alrededores, hecho que significa un aumento de la renta de los vecinos y vecinas.
  • Generar identidad. Convertir los espacios en lugares, es decir, en lugares significativos para la ciudadanía; espacios dignos, bellos, con valor simbólico que permitan que la gente se sienta del lugar y del barrio. El sentimiento de pertenencia es clave para la autoestima y fortalece el progreso del conjunto del barrio.
  • Generar capital social. Constituir un espacio de encuentro y convivencia genera conocimiento mutuo, identifica y difunde a través de las relaciones vecinales los retos del barrio y permite la colaboración vecinal.
  • Constituir un equipamiento abierto, para practicar deporte y actividades de diversión para todo el mundo, pero muy especialmente para el vecindario con menos posibilidades de renta y con viviendas más deterioradas, que son quien más utilizan el espacio público.
  • Fortalecer la cultura más popular y de barrio, si sirve para la realizar fiestas populares y actividades culturales y solidarias en la calle.
  • Promover la integración cultural en la diversidad de orígenes geográficos, lenguas y edades, como consecuencia de los impactos anteriormente señalados.

3.3.- Criterios de inclusión en Planes y proyectos:
A partir de éstas consideraciones se establecieron los criterios que un plan de inclusión social ha de reclamar al equipo de gobierno para conseguir una mayor cohesión social en los proyectos de espacio público:

  • Accesibilidad para toda la ciudadanía en todos los espacios (ancianos/as, infancia, personas con movilidad reducida).
  • Multifuncionalidad. Disponer de espacios para niños y niñas, juventud y gente mayor, y con distintos usos (deportivo, paseo, comercial, etc.) es básico para conseguir ser un lugar de encuentro y convivencia intergeneracional.
  • Participación del vecindario y de los profesionales de Servicios Sociales para la definición de los distintos retos y expectativas de los diferentes segmentos de la población en el diseño y realización del proyecto.
  • Que mejore la imagen del barrio o del municipio por su belleza (que no implica que sea más caro) y por su utilidad.
  • Simbolismo, que existan elementos que recuperen la memoria del barrio o del municipio; asó como símbolos que favorezcan la identificación con el barrio y la autoestima vecinal. «Monumentalizar las periferias».
  • Prevención. El espacio abierto permite identificar situaciones de riesgo que permiten un tratamiento social. Es importante tratar los temas con sentido de la anticipación para la mejora social y de la convivencia, por ejemplo el tratamiento de grupos jóvenes «molestos», los «botellones», etc.
  • Seguridad. Conseguir unos espacios públicos seguros no puede conllevar su cierre ni la privatización de su uso. Se debe tener en cuenta la iluminación y la visibilidad en todos los lugares que generaren un ambiente seguro; y asegurar el fácil aviso por parte de los vecinos a los cuerpos policiales.
  • Integración. Conseguir que las personas de orígenes diversos participen en el uso del espacio público.
    Estos criterios se deben aplicar de forma similar al conjunto de lis departamentos municipales. Así, contando con los mismos recursos pero orientados hacia criterios sociales, se consiguen importantes avances en la cohesión social de los municipios.

3.4.- Servicios Sociales frente la vulnerabilidad y la desvinculación social
El área de servicios sociales es la que tiene más incidencia en las actuaciones preventivas y de superación de situaciones de desvinculación social y de exclusión. Los principales programas y servicios que inciden para prevenir y abordar los temas de vulnerabilidad y desvinculación son:

  • Los servicios sociales básicos permiten articular de forma integrada la red de programas y prestaciones sociales de atención primaria y vincularlos a la prevención, atención e inserción de personas vulnerables o en situación de desvinculación y exclusión social.
  • Los servicios sociales de atención domiciliaria y teleasistencia son especialmente útiles para las personas mayores, personas con discapacidad y personas dependientes en general con débiles vínculos familiares y de amistad o vecinales.
  • Los programas de ayuda económica que inciden en la reducción de situaciones de pobreza.
  • Los centros de respiro para familiares de personas mayores o personas con alta dependencia para que puedan disponer de tiempo libre y vacaciones.
  • Las viviendas tuteladas, centros de día y centros residenciales para personas con discapacidad y gente mayor.
  • Los servicios socioeducativos en los servicios de ayuda a domicilio con la principal finalidad de conseguir la autonomía y la integración social de unidades familiares desestructuradas.
  • Los servicios de prevención, protección y promoción que forman parte de los planes operativos contra la violencia de género.
  • Los programas de acogida y mediación intercultural con el objetivo de prevenir la desvinculación y la exclusión social de colectivos procedentes de otras zonas geográficas y de procedencia cultural muy diferente. Se refuerzan los vínculos comunes y la comprensión mutua.
  • Los centros y servicios de baja exigencia de atención diurna, residencial y servicios de higiene y alimentación que inciden en la situación de personas sin hogar.
  • Los comedores sociales que cubren las necesidades alimentarias de diferentes colectivos.
  • Las viviendas de inclusión social, viviendas que van destinadas a personas en riesgo de exclusión social como recurso temporal para que los servicios sociales puedan encaminar su itinerario de reinserción.
  • Viviendas de alquiler asequible para personas vulnerables que procedan de viviendas de inclusión social con el objetivo de completar su itinerario de reinserción.
  • Los servicios sociales del municipio en general tienen práctica de trabajo coordinado con los servicios educativos y sanitarios para el desarrollo de programas importantes como por ejemplo la prevención del absentismo escolar y las atenciones sociosanitaria a colectivos vulnerables.
  • Así mismo, los servicios sociales desarrollan importantes programas para la implicación de la ciudadanía en el trabajo para un municipio inclusivo, como por ejemplo en los planes comunitarios a nivel de barrio y de municipio.

3.5.- Cultura : Creatividad y acceso a la cultura para toda la ciudadanía.
El desarrollo de la ciudad no será completo si no incorpora las cuatro dimensiones: económica, social, territorial-ambiental y cultural. Las políticas culturales son instrumentos importantes y plenamente sinérgicos para mejorar la inclusión y desarrollar culturalmente un municipio al compartir generalmente los siguientes valores:

  • La redistribución pública y equitativa de oportunidades vitales para todos y todas.
  • El empoderamiento y la autonomía personal.
  • El reconocimiento de las diferencias.
  • La construcción de vínculos solidarios.
  • Ante la transformación de la ciudad del conocimiento, la estrategia de cultura debe priorizar y profundizar el los siguientes temas:
  • El despliegue de la capacidad creativa de todas las personas dando un especial énfasis a la estimulación de prácticas creativas para personas en procesos de vulnerabilidad social en los equipamientos y centros cívicos del barrio.
  • El desarrollo de un sistema de valores cívicos de ciudadanía que faciliten el establecimiento de unas relaciones más intensas y diversas que son la base de la creatividad.
  • El fortalecimiento de la cultura de proximidad para implicar a todos los sectores de población en todo tipo de actividades culturales y generar sentimiento de apropiación ciudadana en relación a la ciudad.
  • Conectar las redes sociales y culturales de la ciudad y, de manera transversal, las estrategias culturales y sociales para hacer una ciudad más inclusiva.

3.6.- La educación: la clave para el conocimiento, la convivencia y la equidad.
La importancia de la educación en una sociedad del conocimiento es cave por las siguientes razones:

  • Debe garantizar la formación permanente a lo largo de toda la vida.
  • El acceso al capital educativo es una principal fuente de relación equidad/inequidad.
  • Los valores que sostienen el proceso de formación y transmisión de conocimiento son esenciales para la generación de convivencia y confianza, social y cívica, de la ciudadanía.
  • La educación es la clave para la transformación de la información en conocimiento e innovación que requiere la ciudad actual.
  • Las ciudades tienden a dar intencionalidad educativa (valores y formación) a todo lo que se desarrolla en ellas (ciudades educadoras).
  • Aparecen, dada la diversidad de población, por razones de género, procedencia geográfica y origen social y cultural, diferentes itinerarios de socialización y educativos que pueden constituirse en la principal fuente de desigualdad de oportunidades.

En la perspectiva de mejorar la inclusión social de una ciudad, una vez garantizada la educación básica al 100% de la población en edad escolar, los temas de más alta incidencia son:

  • Combatir el fracaso escolar y reducir el absentismo.
  • Superar el analfabetismo y el desconocimiento de la lengua.
  • Atender las necesidades educativas de sectores especialmente vulnerables.
  • Superar la brecha digital en el municipio.
  • Finalizar la segregación escolar de los alumnos por procedencia.
  • Fortalecer la atención a la infancia y la implicación de las familias en la tarea educativa.
  • Diversificar y potenciar la formación continuada y la formación profesional.

3.7.- Deporte como instrumento de cohesión social i salud.
El deporte es también un buen instrumento para desarrollar unos municipios más inclusivos:

  • Fortalece la autonomía de las personas. Mejora las capacidades físicas y de salud.
  • Genera bienestar y sentimiento de pertenencia en los barrios y municipios.
  • Genera redes sociales muy importantes. Mantiene a las personas mayores activas
  • Desarrolla las capacidades intelectuales y emocionales.

En un proyecto de municipio inclusivo, las medidas que se deben solicitar al deporte son:

  • Contribuir a la distribución de los equipamientos deportivos en términos de igualdad de oportunidades en los barrios.
  • Realizar actividades de acción positiva a colectivos vulnerables o desvinculados: personas con discapacidad, gente mayor, personas con pocos recursos económicos.
  • Promover redes de personas de procedencia socialmente y culturalmente diversa.
  • Facilitar las actividades de deporte a la pequeña infancia para la práctica del deporte en familia.

3.8.- Desarrollo Local y generación de ocupación
Las áreas de desarrollo económico local tienen una importante incidencia en la construcción de unos municipios inclusivos por las siguientes razones:

  • Contribuyen a establecer las bases del modelo productivo y generador de ocupación.
  • Dinamizan los sistemas productivos locales a partir de la colaboración entre sector público-empresas-mundo educativo. Desarrollan fórmulas de economía social.
  • Profundizan procesos de concertación sobre una base de responsabilidad social corporativa.
  • Mejoran el impacto social de las políticas de desarrollo económico local.
  • Contribuyen a generar tejido productivo: viveros de empresas, condicionamientos de polígonos de actividad económica, proporcionan asesoramientos y consultaría.
  • Dan especial atención al impacto del paro juvenil y segmentos especiales como los “auto-excluidos”: los jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Las principales medidas de desarrollo económico del plan de inclusión social hacen referencia a:

  • Combatir la precariedad laboral en el municipio.
  • Atender a los colectivos más vulnerables en el ámbito formativo y laboral: personas con problemas, de salud, conciliación familiar, formación precaria y débiles vínculos sociales.
  • Medidas para la reincorporación en el mercado de trabajo de perfiles poco cualificados.
  • Establecer microcréditos para personas vulnerables con proyectos.

4. EPÍLOGO: Este artículo define el marco y unas pautas de políticas urbanas de inclusión. Fruto de la colaboración de un ente profesional (ECU) y un ente académico (CAT). Adoptando el perfil de opiniones generales más que específicas. Pero los autores sabemos que cada ciudad es un mundo. Dejamos pues abiertas esas pautas a la concreción diferencial en cada una de esas ciudades. Siempre diversas. Especialmente en niveles intermedios de urbanización. Donde la diversidad local es un gran patrimonio de la humanidad. En definitiva la concreción solo puede ser local.
Nota sobre los autores:
(1) Josep Mª Pascual, Economista y sociólogo. Especialista en la Gobernanza y la Planeación Estratégica = jmpascual@equ.es
(2) Josep Mª LLop, Arquitecto-Urbanista, Especialista en Planificación y Gestión Urbana local = jmllop@paeria.es

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *