Han pasado ya cuatro años desde Joan nos dejó y parece que fue ayer. Siento su presencia en tantas cosas… cuando abro el ordenador y encuentro la carpeta que lleva su nombre donde guardo todas sus publicaciones, en los escritos de los que fueron sus discípulos y colegas, en las citas inexcusables de su obra por otros autores. Pero sobre todo en los encuentros con Teresa cuando rememoro los gratos momentos y charlas que manteníamos cuando venían a Madrid. Fue para mi un gran amigo y maestro a la vez, del que siempre aprendía algo nuevo. Su legado nos acompañará siempre y nos hará sentirnos menos solos.
Elena Flores Valencia