Colombia Elecciones: Ganadores y perdedores
Salud Hernández-Mora
La izquierda fue la gran derrotada el domingo. Pese a acudir unida a las urnas y contar con la potente maquinaria electoral del ayuntamiento, perdió Bogotá tras doce años de gobierno. Clara López, del socialista Polo Democrático, se presentó en compañía del movimiento Progresistas del alcalde Gustavo Petro, y de los radicales Unión Patriótica, Partido Comunista y Marcha Patriótica.
Un serio revés para las aspiraciones presidenciales de Petro en 2018 y para el Polo.
Aunque López justificó su fracaso alegando que padeció una campaña “cochina contra una mujer”, lo cierto es que cometió errores políticos notables. Selló una alianza con Petro, que tiene índices de rechazo del 70%, y con el polémico Ernesto Samper, el ex Presidente liberal elegido en su día con dineros de la mafia. Parte de su frustración puede radicar en que comenzó la batalla liderando encuestas y acabó tercera, lejos del vencedor.
No fue tampoco el día del senador Álvaro Uribe. Los sondeos advertían que su candidato, Pacho Santos, no tenía opciones en Bogotá. Pero confiaba en quedarse con su natal Medellín y la gobernación de Antioquia como trofeos de consolación. Y perdió los dos. La ciudad, a manos de Federico Gutiérrez, un independiente; y la gobernación se la llevó Luis Pérez, apoyado por dos partidos del gobierno.
Alegarán que el Centro Democrático está en construcción, se presentaba por primera vez a unas locales y conquistó tres capitales, aunque de escasa relevancia, contra ninguna del veterano Polo, además de un número significativo de alcaldes y concejales por todo el país.Pero Uribe sale débil de la contienda en momentos en que necesitaba acopiar poder para enfrentar la aplanadora santista.
En la orilla de los vencedores, al margen de Enrique Peñalosa, figura el vicepresidente Germán Vargas Lleras. Lleva meses jugando sus cartas en silencio de cara a la gran partida del 2018. Su formación política, Cambio Radical, no solo apoyó al ganador de Bogotá, sino que fue el triunfador en Barranquilla y en otras ciudades y gobernaciones.
Vargas Lleras necesita contar con fuertes apoyos locales para llegar a Casa Nariño, puesto que cada día crece el número de competidores: los ministros de Hacienda (Cárdenas) y Agricultura (Iragorri), el ex titular de la cartera de Defensa y actual embajador en Washington (Pinzón), así como el jefe negociador con las Farc (De la Calle), amén de otros liberales y los espontáneos de último minuto.
De ahí que a Vargas Lleras se le viera satisfecho cuando el Presidente Santos salió a declarar a la Unidad Nacional (Partido Conservador, Liberal, de la U, Cambio Radical, Alianza Verde) como la triunfadora electoral, en una breve alocución el domingo por la noche.
Debía estar pensando en los alfiles que podrá mover cuando lance su candidatura en un par de años. Para nadie es un secreto que la Unidad Nacional se debilitará en cuanto los nuevos gobernadores y alcaldes tomen posesión en enero próximo. Cada partido empezará a mover sus fichas para ganar la partida del 2018.
Pese al triunfalismo del Presidente, resulta complejo saber qué partido ganó ayer domingo. La citada Unidad no presentó candidatos únicos, hubo alianzas naturales de los partidos del gobierno y otras contra natura. Incluso en algunas localidades, el Centro Democrático y un partido santista respaldaban al mismo aspirante, y en Bogotá, por ejemplo, los líderes de la Alianza Verde se partieron en tres: unos hicieron campaña con Peñalosa, otros con Clara López y los terceros con Rafael Pardo.
Entre los ganadores del domingo no podía faltar la corrupción. En la Colombia donde no es decisivo el voto de opinión, fue masiva la compra de voluntades, el robo de fondos públicos para financiar campañas y la falta de control. Como muestra dos botones: en Cúcuta, al noroeste de Colombia, ganó el candidato de un ex alcalde, preso por homicidio y corrupción, que le hacía campaña desde la cárcel vía Skype. En Yopal, al este, el vencedor está detenido desde la semana pasada, acusado de irregularidades en la construcción de viviendas de interés social.
La coherencia de los partidos y la limpieza son dos asignaturas que quedan pendientes para las siguientes elecciones.
Este artículo ha sido publicado en Infolatam (www.infolatam.com) y se reproduce aquí con su autorización.